Pasando el Km. 100, y por caminos de bosques de robledales, llegamos Ferreiros, una pequeña villa, donde como su nombre indica (herreros) paraban los peregrinos de a caballo para revisar y herrar a los caballos.
En esta villa está la pequeña iglesia de Santa María, es un templo modesto pero con una preciosa portada románica.La primitiva construcción data del siglo XII. Fue trasladada a este lugar desde Ferreiros en 1790, piedra a piedra. Se efectuaron algunas reformas, pero conservó su aspecto románico original.
Como en casi todas las Iglesias del camino, también tiene cementerio dentro del recinto, con algunas tumbas antiguas realmente interesantes.
Frente a la puerta principal encontramos una pila bautismal con representaciones de figuras humanas y diferentes símbolos
No hay comentarios:
Publicar un comentario